Arquitecto

Moisés Royo PhD Architect, MUKAarquitectura

Colaboradores

Claudia Cerrada Isact

Blanca Muñoz de la Espada López

Ana Mª Sánchez Ruiz

Adelina de la Cruz Morillo

Fotógrafo

Javier Callejas

Situación

Piedrabuena, Ciudad Real

Fin de obra

30/04/2017

Fabricante de ladrillo

Cerámicas Malpesa

 

Se valora tanto la distribución en planta, la utilización de la luz natural que baña las paredes desde la cubierta hasta la planta inferior y, por último, la buena integración con el sitio y con la arquitectura contemporánea de las potentes celosías cerámicas.

La cerámica, en la casa Piedrabuena, adquiere diversas cualidades como elemento relevante en la vivienda. La continua presencia de este material en el municipio y el escaso presupuesto sugería una propuesta que releyese su condición más material. En una parcela de dos metros y medio de fachada, el empleo de un adoquinado de barro prensado descolgado de los cantos de los forjados actúa como si de una cortina cerámica se tratase. Una cortina que oculta cualquier referencia al tamaño doméstico de los huecos y propone unificar las fachadas colindantes. La escala desaparece y la propuesta realza el nexo entre las edificaciones existentes. La disposición alterna de la pieza módulo a soga y sardinel dibuja una celosía vibrante y porosa. Vibrante es el juego de sombras arrojadas y cambiante, y porosa porque filtra la luz directa que penetra al interior de la vivienda sobre el paño vertical de vidrio tras ella. Esta luz es moldeada por las piezas de barro y recorren el interior de la vivienda con el paso del día. Cuando los rayos de sol no inciden directamente en la fachada, el juego de piezas abatibles y pivotantes ofrece una nueva relación entre el interior y el exterior. Las diferentes posiciones retrasadas de los vidrios crean espacios intermedios como los zaguanes de acceso y terrazas. La fachada está presente en todas las estancias interiores, ya que la planta propone la diagonal como esquema de relación espacial: ampliando las distancias de una planta angosta y percepción de sus límites. Y la posibilidad de humedecer las piezas cerámicas de forma periódica propone un sistema bioclimático de ventilación natural en el interior. El aire que penetra a través de la celosía mojada eleva su humedad relativa y accede a la vivienda para mejorar la sensación de confort de forma gratuita.

La parcela posee una geometría compleja. Presenta únicamente 2,40 metros de fachada y un estrechamiento de casi 12 metros, para abrirse en el fondo de la parcela a un fondo de saco rodeado de muros medianeros de las edificaciones colindantes. En cuanto a la organización interior de las dos plantas y debido a la falta de luz natural en su interior por la geometría anteriormente descrita, se propone la apertura de tres grandes lucernarios que actúen como pozos de luz natural. De esa forma conseguimos resolver tanto la iluminación de la planta superior –vivienda- como de la planta inferior –oficina- por el forjado intermedio que no llega a encontrarse con los muros medianeros y es por ahí por donde la luz natural ilumina las salas de planta baja.