Arquitectos

Mª Dolores Contell Jurado y Juan Miguel Martínez López

Colaboradores

Francisco Javier Cases Beltrán, cálculo de estructuras

Fotógrafo

Mariela Apollonio

Situación

Burgos

Fin de obra

24/11/2016

Fabricante de teja

Mazarrón

 

El proyecto tiene como objeto la rehabilitación del edificio de la Antigua Estación de Ferrocarril de Burgos, para albergar usos dotacionales de recreo y ocio destinados fundamentalmente al público infantil y juvenil. La intervención se extiende, por un lado, a la plaza de la Estación –antiguo Patio de Viajeros- y, por otro, al ámbito que ocupaban las vías del tren.

La intervención planteada en el Edificio de Viajeros adapta la construcción al nuevo uso previsto reinterpretando en profundidad la concepción espacial del conjunto, así como la relación física y visual entre las partes que lo caracterizan como pieza arquitectónica.

El edificio se estructura a partir de un eje lineal y se divide en las distintas áreas solicitadas en el programa, uniendo las tres torres por medio de pasarelas con sendas escaleras en los extremos.

En el cuerpo central se construye el núcleo de comunicaciones verticales y servicios, permitiendo el uso parcial de las distintas áreas del edificio sin necesidad de duplicar los elementos de comunicación o aseos, a la vez que posibilita la concentración de las instalaciones.

En el acceso al edificio desde el Patio de Viajeros se recupera el espa-cio original con la disposición de sendas marquesinas que penetran en el interior del mismo. Esta operación define el acceso reinterpretando dicho elemento.

En el interior se seccionan los muros de carga en la planta baja para conseguir un espacio fluido y continuidad visual entre los distintos cuerpos. Al mismo tiempo, se elimina casi en su totalidad el forjado de la entreplanta, ejecutado con poca fortuna a mediados del siglo XX, fragmentando la altura original de la planta baja.

Se eliminan los revestimientos interiores existentes, dejando al descubierto las fábricas, tanto de piedra como de ladrillo. Esta operación, necesaria para la rehabilitación de los muros, permite diferenciar claramente las partes existentes del edificio de las nuevas.

Para soportar los nuevos forjados y las cubiertas de las naves se generan unos pórticos estructurales cuyo ritmo viene pautado por los macizos de los muros. Los espacios superiores de las torres se comunican mediante pasarelas que apoyan en los muros de carga de éstas y cuelgan de los pór-ticos de la estructura de las cubiertas de los cruceros, al tiempo que en las torres se descubre la estructura original de cubierta que estaba oculta.

Las cubiertas originales habían sido distorsionadas en diversas intervenciones, modificándose injustificadamente las pendientes de los faldones y sustituyendo las tejas originales de cerámica negras, por otras de fibrocemento. Por este motivo, se sustituyen la totalidad de las cubiertas, recuperando las pendientes originales, al tiempo que se eliminan las tejas de fibrocemento y se sustituyen por nuevas tejas cerámicas negras. Éstas se colocan sobre rastreles clavados a paneles compuestos de tableros de viruta de madera, al interior, aislamiento y tableros DM, al exterior, apoyándose directamente en la estructura de acero original de las cubiertas y mansardas de las torres.