Arquitectos

HARQUITECTES:

David Lorente Ibáñez, Josep Ricart Ulldemolins, Xavier Ros Majó y Roger Tudó Galí

Colaboradores

Claudia Cerrada Isact

Blanca Muñoz de la Espada López

Ana María Sánchez Ruiz, Adelina de la Cruz Morillo

Fotógrafo

Adrià Goula

Situación

Barrio de Les Corts, Barcelona

Fin de obra

2016

Fabricante de ladrillo

Cerámicas Valera S.A.

 

Se valora en esta obra la naturalidad con la que se utiliza el ladrillo y el aprovechamiento de todas sus virtudes como material constructivo. Al mantener la fachada que había que proteger sin revestir, ni por el trasdós ni hacia la calle, y exenta de la nueva edificación, se integran los nuevos volúmenes de aulas con unas crujías limpias, permitiendo unos patios a través de las que se ventilan estas, mediante las chimeneas solares. La fábrica de ladrillo aporta al proyecto un sistema abierto en el que incluso se integran piezas de vidrio del mismo tamaño que la pieza cerámica.

 

Equipamiento público destinado a alojar un centro de formación para adultos, una sede del consorcio de normalización lingüística y un hotel de entidades en una parcela triangular del distrito de les Corts. Dos de las tres caras del solar quedan definidas por la fachada protegida de la antigua cristalería Planell que se estableció en la calle Anglesola el año 1913.

El edificio, como pieza urbana, aprovecha la parcela en su totalidad, pero la forma triangular y las fachadas catalogadas impiden una ocupación completa del solar. El edificio reparte el programa en cuatro plantas que se retiran de la fachada patrimonial Sur, el patio cubierto resultante permite compatibilizar edificación y patrimonio mejorando las condiciones de luz natural de los espacios de aulas a la vez que aporta un cojín térmico y acústico respecto al entorno. Este patio largo y estrecho formado por la fachada patrimonial y la nueva fachada estructural, se reproduce en el vértice Norte como sistema de relación con el exterior de los usos administrativos del edificio, agotando la geometría triangular.

La sección del edificio explica su comportamiento: el control y la gestión del aire en condiciones naturales. En invierno es necesario controlar las pérdidas por renovación, amortizar la alta carga interna acumulada en la inercia de una estructura muraria y captar el aire limpio desde el patio que actúa como recuperador natural. En verano se trata de disipar moviendo el máximo volumen de aire posible y capturar el aire desde los patios vegetados y sombríos. Los motores del movimiento de este aire serán estrictamente naturales a partir del uso de chimeneas solares y sombreros con efecto venturi. La ventilación cruzada entre patios queda descartada por programa y para evitar conflictos acústicos, por tanto el edificio dota cada franja de espacios de uso con una larga interrupción estructural por donde el aire circulará en vertical “estirado” por la potencia del sol en las chimeneas, que a la vez dotarán el edificio de una silueta y una materialidad transparente y característica.

El volumen resultante responde a la estricta geometría triangular del solar, por su potencia y por su función urbana. Su materialidad cerámica responde a la voluntad de poner en valor la fachada patrimonial integrándola y no singularizándola, usándola y no sacralizándola, por tanto ponemos prácticamente en el mismo plano lo nuevo y lo viejo con materiales y técnicas similares y asumiendo en los dos casos obligaciones de cerramiento, de captación, de ventilación de cámaras y patios. La materialidad se compone a partir de razones estructurales y se complementa para mejorar las condiciones de luz de los patios y dotar la fachada de un material vinculado a la memoria de la cristalería Planell. Se ha introducido el bloque de vidrio macizo como parte del cerramiento murario que permite introducir luz al patio norte y captación al patio sur.